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¡MORIR TRABAJANDO ES ASESINATO!

El pasado 28 de junio murió la compañera Montse, trabajadora de la empresa de limpieza viaria de FCC, presuntamente por un golpe de calor.
CGT ha interpuesto 16 denuncias a FCC todas ellas con sanciones o requerimientos, por cuestiones de temperatura, una de ellas negando la empresa el volante de asistencia a la mutua por un golpe de calor a una trabajadora, sin que la empresa o el Ayuntamiento (Empresa licitadores) haya tomado medidas para proteger a los trabajadorxs.

También el Tribunal Superar de Justicia de Catalunya da la razón a un trabajador al que le dan una invalidez tras un golpe de calor. El Ayuntamiento es cómplice de esta falta de prevención en una empresa con reiterados incumplimientos de la legislación de protección de la salud de los trabajadores.

La empresa de limpieza viaria FCC dio de baja en la seguridad social el mismo día de la muerte de la compañera y no se ha dignado a contactar con la familia. La CGT queremos denunciar la larga lista de asesinatos que se producen en el trabajo cada año por golpes de calor.
Morir en el trabajo es asesinato y hay responsables, por una parte, las empresas que en su afán de avaricia y de conseguir el máximo de beneficios empresariales pretender mantener los mismos ritmos de trabajo haga la temperatura que haga y las personas responsables de las administraciones que realizan las licitaciones y las condiciones de los trabajadores no forman parte ni del pliego de condiciones ni del pliego técnico. Saben perfectamente que habrá consecuencias sobre la seguridad y la salud de los trabajadores, pero no les importa absolutamente nada.
Los políticos utilizan los servicios públicos subcontratados para hacerse fotos de lo limpia que esta la ciudad, lo bien que va el bicing, lo chulas que son las casetas de los socorristas y así una larga lista, no queriendo saber absolutamente nada de en qué condiciones se realizan esos trabajos ni de las luchas que hemos de tener la CGT con las empresas para solucionar su dejadez, su incompetencia, para que se cumpla la legislación que los mismos políticos han aprobado. Por eso los políticos con cargos públicos son los responsables de las consecuencias sobre la salud y seguridad de los trabajadores.
Para ello tenemos una Inspección de Trabajo que falta de medios nos suele dar la razón pasados muchos meses y ya cuando ha habido consecuencias graves e irreversibles de salud, pero totalmente ineficaz cuando surge el problema.
De esta manera nos encontramos con licitaciones y pliegos técnicos que se dice que los trabajadores deberán ir uniformados pero no se especifica de que tejidos deberán de ser las ropas, los vehículos si deberán de ser eléctricos o no pero no pone nada de que deberán de llevar climatización ni de si los asientos son los adecuados para el trabajo, lo mismo con los edificios, se dice cuántos centros de trabajo deberán de haber pero ni siquiera que deberá de haber climatización, lavabos, duchas y salas de descanso.
Por eso hacemos responsables de las muertes en el trabajo a los políticos gestores de servicios públicos y que los utilizan para hacerse propaganda, pero no quieren saber nada de las condiciones de trabajo consecuencias de sus licitaciones y al afán avaricioso de la empresa que ponen por delante sus beneficios a la vida y salud de los trabajadores.

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