Para la CGT de Barcelona es una vergüenza ver como la impunidad se ha vuelto a hacer patente, cuando de fuerzas policiales o de personajes de alto poder adquisitivo se trata, y salen indemnes de los tribunales.
Unos Mossos D´Esquadra que reconocen haber dado una paliza a una persona hasta matarla, no pisarán ni un día la prisión.
Unos mossos que el mismo día del asesinato de Juan Andrés Benítez se dedicaron a amedrentar a los vecinos del Raval exigiéndoles los móviles con los que habían grabado imágenes del asesinato; unos mossos que borraban manchas de sangre para ocultar pruebas; unos mossos que cuando les tenían que hacer las pruebas de drogas en el juzgado, fueron totalmente rapados al juzgado sin un solo pelo y ni siquiera se llevaron una reprimenda, con una excusa tan absurda como que les molestaban los cabellos en el gimnasio. Unos mossos totalmente protegidos por el Departamento de Interior de la Generalitat.
Es de los pocos casos en que la brutalidad policial quedaba documentada con imágenes y testimonios, a pesar de haber intentado destruir las pruebas recogidas por los vecinos. Son muchas los excesos policiales que quedan sin ver la luz, ya que desde los estamentos oficiales, más que buscar la verdad, lo que hacen es proteger a los policías hasta que los documentos gráficos son tan lapidarios que no tienen más remedio que cambiar la versión. El que la Ley otorgue el supuesto de veracidad a los agentes de la autoridad, acaba con la igualdad entre las personas, y más cuando tantas veces la policía valiéndose de sus cargos y medios, adaptan las versiones a sus necesidades, como hemos visto en casos recientes.
No estamos de acuerdo con la aceptación del acuerdo por parte de la Asociación Catalana de Derechos Humanos del Colegio de Abogados de Barcelona, ya que han dado el mensaje a las fuerzas policiales de que pueden seguir actuando como les venga en gana, siempre encontrarán una solución para salir bien parados.
No somos todos tratados igualmente ante la Ley aunque se nos diga lo contrario. Hay personas con sentencias de prisión muy largas, a las que se les aplica el cargo “de organización para cometer delito”, y sin embargo los daños causados por la policía cuando actúan en grupo se le denomina “acto de servicio”, a pesar de que hayan asesinado, intentado ocultar pruebas y amedrentado a vecinos para hacer desaparecer cualquier testimonio de sus actos.
Se sigue demostrando que la policía actúa siempre bajo el paraguas del sistema, sus actuaciones están protegidas y justificadas tanto por los estamentos oficiales, los políticos y las líneas editoriales de los medios de comunicación. Sólo nos queda, denunciar a los defensores de la impunidad, defendernos y luchar por un cambio social para acabar con esa lacra.
Es terrible, se veía venir que esto iba a acabar impunemente, como en muchos de los casos en los que están implicadas fuerzas policiales.
Todo nuestro apoyo a los familiares, compañeros y amigos de Juan Andrés.
