Concentración martes 1 de julio a las 17h C/ Mallorca 278 Subdelegación del Gobierno
La plantilla del SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal) en Barcelona está viviendo una situación penosa. En la provincia hay tan solo unas 400 personas trabajando, número totalmente insuficiente, que año tras año no hace más que disminuir tras la mala gestión de la dirección que solo pone parches y aumenta las cargas de trabajo de una plantilla que ya se encuentra desbordada.
Últimamente esa precariedad se ha incrementado hasta el punto de no poder trabajar, pues se ha implementado un nuevo programa informático que no funciona. El programa Alma no está
preparado para ser utilizado, el sistema se cae constantemente con el usuario delante de la mesa de atención, sin poder resolver el trámite del que tanta necesidad tiene, no pudiendo muchas veces ni siquiera darle alguna información, aumentando los episodios de angustia y violencia.
Llevamos años que CGT del SEPE de Barcelona trata de transmitir esta limitación y el problema de falta de personal a la Dirección del organismo, sin que se produzca ninguna mejora. Al contrario,
su solución es aumentar la carga de trabajo (expedientes a resolver) y horas extras, además de
interinaje insuficiente y por pocos meses.
El personal del SEPE en Barcelona está desbordado, trabaja por encima de sus posibilidades,
realizando muchas tareas que no son de su competencia, sino superior (es el caso de auxiliares y administrativos), ofreciendo tiempos muy cortos de atención a las personas que finalmente han conseguido cita previa, que obligan a una resolución rápida, con un entorno informático muy hostil, reduciendo al mínimo las garantías del proceso administrativo en la tramitación y como consecuencia, la generación de errores que provocan una mayor carga de trabajo y dilación en el tiempo de los expedientes.
A todo ello se suma la precariedad derivada de los bajos salarios de la administración pública,
situación agudizada en ciudades como Barcelona especialmente castigadas por el problema
estructural de la vivienda.
Por ello consideramos que es necesario que la ciudadanía tenga conocimiento de la precariedad y falta de medios con la que se gestionan sus prestaciones, imposibilitando la resolución de sus expedientes correctamente y en plazo, generando errores, limitando sus derechos y creando indefensión al ciudadano.
LA PLANTILLA DE BARCELONA ESTÁ AL BORDE DEL COLAPSO
