El pasado 15 de enero de 2015, el Grupo en Defensa de la Sanidad Pública de Tarragona ha ocupado el espacio del Departamento de Sanidad de la Generalitat de Catalunya en Tarragona.
Una veintena de personas dentro y una cincuentena fuera. Y por la noche, 13 personas, después de negociar con los Mossos y de recibir comida y mantas desde fuera, han dormido en el edificio público para defender que no nos morimos porque algún rico lo quiera ser más y se dedique a cerrar hospitales públicos para favorecer a los privados. En Tarragona esto tiene dos nombres: Joan XXIII el público y Santa Tecla el privado.
Alguien dirá que no tiene nada que ver esto con la hemodinámica, pero tiene que ver desde el momento en que las necesidades sanitarias de las personas se ponen en cuestión y no se cubren porque dicen que no hay dinero, mientras tiran el dinero al mar pagando una deuda a la banca que es un robo a mano armada hecho de día y sin antifaz.
Relacionar una cosa con la otra ha sido el trabajo del Grupo de Sanidad. Tomar la iniciativa y actuar directamente sobre los problemas, explicarlos y no dejar que los recortadores y los que quieren privatizarlo todo gobiernen y nos malogren la vida a todas y todos.
No es casual que la muerte del farmacéutico de Tarragona haya disparado una reivindicación que la buena gente de la ciudad tiene desde hace años, porque al analizar la sanidad pública para evitar que la desmonten han visto claramente las carencias que hay y las que pueden provocar incluso la muerte de las personas de forma completamente innecesaria, si es que alguna muerte es necesaria, que está claro que no.
Desde entonces, diversas manifestaciones, la última con una asistencia estimada de unas 2000 personas han dejado en evidencia la nefasta política de CiU en sanidad, una política que recibe el apoyo de ERC cada vez que estos votan los presupuestos.
Los tenemos que parar ahora y para hacerlo es y ha sido imprescindible la lucha desarrollada hasta ahora por compañeros y compañeras, gente diversa y buena que ha dado horas y horas de su vida por todas y todos, de forma desinteresada y esperando que lo que resulte de su lucha sea un mundo más justo y no sometido a los intereses de los ricos.
Manos a la obra, que así sí que se puede!!!
