Todos los días, muy temprano llegaba a su empresa la hormiga productiva y feliz. Allí pasaba sus días, trabajando y tarareando una antigua canción de amor.
Ella era productiva y feliz, pero ¡ay!, no era supervisada. El abejorro gerente general consideró que ello no era posible, así que se creó el puesto de supervisor, para el cual contrataron a un escarabajo.
La primera preocupación del escarabajo supervisor fue organizar la hora de llegada y de salida y también preparó hermosos informes. Pronto fue necesario contar con una secretaria para que ayudara a preparar los informes, así que contrataron una arañita que organizó los archivos y se encargó del teléfono. Mientras tanto la hormiga productiva y feliz trabajaba y trabajaba.
El abejorro gerente estaba encantado con los informes del escarabajo supervisor, así que pidió cuadros comparativos y gráficos, indicadores de gestión y análisis de tendencias. Entonces fue necesario contratar un gorgojo especialista en ISO 9000, ISO 14000, SPC y GDT para el supervisor y fue indispensable una nueva computadora con impresora a color. Pronto la hormiga productiva y feliz dejó de tararear sus melodías y comenzó a quejarse de todo el papeleo que había que hacer ahora para los ISO’s. El abejorro gerente, entonces, consideró que era momento de adoptar medidas.
Así crearon el cargo de Gerente de Area donde trabajaba la hormiga productiva y feliz. El cargo fue para una cigarra que alfombró su oficina se hizo adquirir un sillón especial. El nuevo gerente necesitó, claro está, una nueva computadora y cuando se tiene más de una computadora hay que tener una red local y por supuesto un ingeniero de sistemas, cargo que fue ocupado por un aguerrido Piojo muy ducho en Windows NT, Linux, Oracle y UNIX. Con tanta información, el nuevo gerente pronto necesitó un asistente, un grillo trilingüe con 5 años de experiencia en MRP que había sido su ayudante en la empresa anterior, para que le ayudara a preparar el plan estratégico y el presupuesto para el área donde trabajaba la hormiga productiva y feliz.
La hormiga ya no tarareaba sus viejas melodías y cada vez se le notaba más irascible. «Vamos a tener que contratar un estudio de clima laboral un día de estos» dijo la cigarra. Pero un día el gerente general, al revisar las cifras, se dio cuenta que la unidad de negocios (donde trabajaba la hormiga productiva y feliz) ya no era tan rentable como antes, incluso habiendo contratado la semana anterior el más novedoso equipo de CRM lidereado por un carismático mosco. Así que no dudó y contrató al búho, prestigioso consultor de World Class Consulting Group, para que hiciera un diagnóstico. El búho estuvo tres meses en la empresa cobrando grandes sumas de dinero para que pronto emitiera un sesudo informe: «Hay demasiada gente en este departamento».
Así, el gerente general siguió el brillante consejo del consultor y… despidió a la hormiga productiva y feliz !!!