Desde que se inició el conflicto genocida van más de 8.500 palestinos y palestinas muertos, 3.400 niños y niñas y mas de 20 hospitales han resultado atacados.

Según los datos de la Organización Mundial de la Salida (OMS) más de 200 puntos sanitarios han sido atacados en Palestina por las fuerzas de Israel. Numerosos miembros del personal médico han muerto desde el 7 de octubre, incluido personal médico, paramédico y de enfermería.

Israel argumenta que en los hospitales se esconden milicianos de Hamas, y además aseguran que los centros sanitarios que están siendo bombardeados tienen orden de evacuación. La OMS argumentaba que dicha evacuación no puede ser realizada debido a la inseguridad en la zona, el estado crítico de muchos pacientes y la falta de ambulancias y de alojamiento alternativo para los enfermos desplazados.

Las que trabajamos en un hospital sabemos lo difícil que es efectuar una evacuación, y no nos hacemos una idea de lo más difícil aún que tiene que ser evacuarlo en condiciones de guerra. Así pues, los y las compañeras se ven en la encrucijada de salvar sus propias vidas abandonando a sus pacientes, o arriesgarse mientras su dignidad les obliga a quedarse para atenderlos, algo que han decidido hacer la inmensa mayoría de los y las profesionales.

Médicos del Mundo alerta de la extrema situación de los centros sanitarios, colpasados totalmente, trabajando bajo los bombardeos, sin material, sin suministros básicos, donde las operaciones quirúrgicas se hacen en el suelo y bajo la luz de los smartphones.

Desde nuestra sección sindical condenamos esta guerra genocida a la población de la franja de Gaza del criminal Netanyahu.

Nosotras siempre vamos a estar del lado de las oprimidas y de nuestras iguales sanitarias en situación de conflicto.