EMILE POUGET: A mala paga, mal trabajo.
Los contratadores declaran que el trabajo y la destreza son simples mercancías, como los pantalones o el pan, tal y como lo denominan: «mercado de trabajo», como hay mercado de pescado, de trigo o de carne, es decir, se esfuerzan por conseguirla a la tasa más reducida; «muy bien, os tomamos al pie de la letra» decimos nosotras.
Si el trabajo y la destreza son mercancías, los poseedores de esas mercancías tienen el derecho de vender su trabajo y su destreza exactamente como el tendero vende el pantalón o la panadera vende la barra de pan. Dan valor por valor, por un precio más bajo tendréis un artículo inferior o de menor calidad.
Pagad al trabajador con un buen salario y os proporcionará lo mejor en trabajo y destreza.
Pagad al trabajador con un salario insuficiente y ya no tendréis derecho de exigir la mejor calidad y más cantidad de trabajo, al igual que no lo habéis tenido exigiendo un pantalón de 15 euros por 8.