ESPERANTO, LA LENGUA DE TODAS
El primer libro donde se describían las características del idioma, con el título La lingvo internacia (en español, La lengua internacional), fue publicado por Zamenhof bajo el seudónimo Doktoro Esperanto (Dr. Esperanzado); esta última palabra muy pronto se convirtió en el nombre del idioma en sí.
El vocabulario se extrajo de muchos idiomas, aunque adaptado a las reglas del propio idioma (terminaciones, pronunciación). Gran parte del vocabulario del esperanto procede del latín, directamente o por medio de las lenguas romances (principalmente el francés y el italiano), y en menor medida de lenguas germánicas (alemán e inglés), eslavas (ruso y polaco), y del antiguo griego y en ocasiones el hebreo. Algunas palabras nuevas tienen su origen en idiomas no indoeuropeos, como el japonés, por ser consideradas internacionales.
Por su carácter independiente es valorado positivamente por organizaciones libertarias, que ven en este idioma auxiliar una alternativa viable al inglés.