VUELVEN LAS CARTILLAS DE RACIONAMIENTO.

VUELVEN LAS CARTILLAS DE RACIONAMIENTO.

     Las cartillas de racionamiento se implantaron en España, por orden ministerial, durante la posguerra en 1939 para luchar contra el hambre. Durante 13 años asistió con pan, harina, leche en polvo, arroz o aceite a millones de españoles.

74 años después vuelve la cartilla de racionamiento, eso si, con nombres más modernos: Visa solidaria en Barcelona, Bono supermercado en Extremadura, plan de comedor escolar en Andalucía (según UNICEF, en España pasan hambre 2 millones de niños).
No son cartillas como la de nuestros abuelos, pero sirven para lo mismo, dar alimentos a quien no tiene para comer dada la actual situación de emergencia. Dicen que este sistema dignifica más y no estigmatiza al usuario, que dicho en llano, hacer sentir menos pobre al que ya lo es, una manera de esconder lo evidente, que no hay trabajo, no hay dinero, se acaban las ayudas y se acude a por alimentos para poder comer.
Lo peor es que hace 74 años había una posguerra, pero hoy es triste que lleguemos a esta situación por el egoismo y la usura de unos pocos, disfrazada de crisis, aunque ya todos sabemos que es una estafa, y lejos de solucionarse, la cifra de personas atrapadas por el agujero negro de la crisis no deja de crecer.

Familias que hasta hace unos años eran clase media-alta, con piso en propiedad, trabajo e ingresos, con la crisis lo perdieron todo y ya no tienen forma de llenar la nevera. La única salida son los comedores o los bancos de alimentos.
Un 21%, las familias se asfixian y con sellos como nuestros abuelos o con modernas tarjetas las familias subsisten con los productos de primera necesidad que les dan. Todos a la espera de lo mismo: un trabajo.

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