«SIEMPRE» HAY ALTERNATIVAS.
- No usan el euro sino el eco, una «moneda libre» que se puede intercambiar por horas de trabajo o productos.
- Han organizado una red de asistencia médica, educativa y de acceso a la vivienda, basada en la confianza entre sus miembros.
- Se están expandiendo por el resto de la península. Francia e Italia inician experiencias similares.
En la calle Sardenya de Barcelona, cerca de la Sagrada Familia, ya hace tres años que se ha establecido la Cooperativa Integral Catalana (CIC), en el centro Aurea Social. En un edificio de tres plantas y una azotea con un huerto urbano recién estrenado, se coordina y se llevan a cabo tanto actividades de educación, de salud y de vivienda, como talleres y cursos para todas las edades.
Se trata de una «moneda libre», que no se imprime de forma física y que sirve para cualquier canje que se quiera hacer dentro de la red o incluso a terceros que les prestan servicios, como por ejemplo un oftalmólogo o productores agrícolas. La CIC usa el Community Exchange System (CES), un software en línea para gestionar la moneda.
El eco es la «moneda libre» que han adoptado las Cooperativas, Ecoxarxes, Núcleos de Autogestión Local y Proyectos Autónomos de Iniciativa Colectivizada y les sirve para comprar productos 100% ecológicos, para pagar el dentista, parte del alquiler social o la guardería de los hijos.
Disponen también de una oficina de vivienda, donde se asesora a quienes corren el peligro de ser desahuciados. Se les informa de las brechas que existen en el sistema para que se puedan beneficiar de ello. Se está incentivando el alquiler social y las «masoveries urbanes«, una fórmula que viene a recuperar la figura catalana del «masover», una persona o familia que reside y explota un «mas», casa de campo propiedad de otro.
«No se trata de ir contra el sistema, sino de salir del sistema», explica Borràs. Después de años de protesta, «ahora es el tiempo del sí», continúa aclarando este miembro histórico de la CIC, que nació con un centenar de socios y se ha multiplicado ya por 12. La organización ha recibido el impulso del activista Enric Duran, el Robin Hood de los Bancos.
Este sistema se está expandiendo por todo el territorio catalán y peninsular e, incluso, en Italia y Francia se han interesado para hacer una réplica.