Era de suponer que pasaría esto, pese a las promesas electoralistas, un político siempre miente, y este no iba a ser un caso aparte.
La nueva reforma que nos ha IMPUESTO el PP, en vigor desde este 11 de Febrero después de su publicación en el BOE y aprobado por decreto ley, extremadamente agresiva y regresiva, un ataque en toda regla a los derechos de los trabajadores/as, justificando la creación de empleo cuando servirá para seguir destruyendo empleo. Así pues la reforma es un cúmulo de despropósitos, con el abaratamiento del despido como elemento central. Empezamos a resumirla:

• Se generaliza el contrato llamado “de fomento de la contratación indefinida” con una indemnización de 33 días por año con un máximo de 24 mensualidades. Serán 20 días y un máximo de 12 meses en caso de que el despido sea declarado procedente, por eso la reforma aumenta el margen de casos aceptables como tales, como tener «pérdidas actuales o previstas» o una «disminución de ventas durante tres trimestres consecutivos»
• Nuevo contrato indefinido para Pymes que combina el cobro del paro con el de un salario y se restaura la renovación de contratos temporales más allá de los 24 meses.

 

• Los parados que cobren subsidio deberán hacer “trabajos sociales” a la vez que se aumenta la Inspección de trabajo. Mediante esta amenaza, los “voluntarios” harán trabajos “gratis” si quieren seguir cobrando el subsidio y se reduce así la generación de puestos de trabajo sociales. Pero lo mejor de todo es que este trabajo no computa en la cotización, es decir, trabajamos de gratis.
• El periodo de prueba pasa a un año lo que implica que durante el primer año de trabajo el despido sea totalmente gratuito y libre.
• Los EREs serán más fáciles de llevar a cabo porque ahora solo el Juez lo deberá autorizar, no como hasta ahora que a parte del Juez también debía pronunciarse la “Conselleria d’Ocupació” de la CC.AA. Correspondiente.
• Se facilita a las Empresas el descuelgue del convenio colectivo en un máximo de 2 años. Así el empresario podrá imponer las condiciones laborales (horarios, duración de la jornada, salarios, etc.) a su antojo y además supone el fin de la negociación colectiva.
• Se impulsan los contratos a tiempo parcial, según dicen, para la conciliación de la vida familiar, pero que en la práctica servirán para “apañar” las cifras del paro, siendo una contratación laboral precaria e insuficiente para una vida digna, llegando al “woorking poor”, es decir, personas que se encuentran en el límite de la pobreza aun teniendo trabajo asalariado, multiplicándose así el pluriempleo y, de nuevo, reduciendo puestos de trabajo.
• Se va a perseguir tanto el absentismo laboral que van a convertir a las personas enfermas con baja laboral en sujetos sospechosos de estar cometiendo algún tipo de fraude fiscal solo por el hecho de encontrarse en tal situación laboral.

Se anuncia una próxima ley de mutuas donde se recogerán los mecanismos para regular la metodología para que estas entidades participen en la valoración del abstencionismo.

• Se impulsan de nuevo las ETTs, conocidas por ser el paradigma de la contratación ultraprecaria y de explotación laboral abusiva, que ahora se equiparan al INEM y al SOC en lo que supone una privatización encubierta del servicio público de ocupación.

Ahora serán las ETTs las que ejerzan de agencias de colocación a gran escala y así se elimina la “incomodidad” para el empresario de tener que buscar y seleccionar a sus futuros trabajadores.

Así pues, vosotros mismos podéis juzgar la que se nos viene encima con las mentiras del gobierno y la complicidad de la patronal.