HOSPITAL DELFOS: PRECARIEDAD Y DESTAJO

HOSPITAL DELFOS: PRECARIEDAD Y DESTAJO

         Una planta de traumatología cuya dotación debería ser de 2 enfermeras y 2 auxiliares, como debería ser en todas las demás también. Una planta con 25 pacientes, abuelos en su mayoría necesitados de cuidados especiales: cambios posturales, movilización de paciente quirúrgico traumatológico, cambio de pañales, y en algunos casos, medidas de contención. A esta situación hay que sumar el aislamiento de algunos pacientes infecciosos, por lo que hay que tomar medidas de protección y actuaciones especiales para cumplir con los protocolos, que en ocasiones no se llevan bien a cabo por la falta de personal y el destajo al que estamos sometidas, con el riesgo para el resto de pacientes que ello supone. ¡Y todo esto para una enfermera (a veces dos) y un auxiliar!.
   Lo mismo pasa en otros servicios como es UCI, sin refuerzo por las mañanas, urgencias, con una enfermera y un auxiliar-camillero-recadero, como la falta de material, programas informáticos inválidos, estrés, estrés y más estrés.

   Nos imponen el destajo en algo tan importante como es la salud, asemejándonos más a una cadena de montaje de una fábrica, mandando a tomar viento la calidad asistencial que por otro lado nos exigen (como si les importara algo).

   El destajo saneará sus cuentas a corto plazo pero a medio-largo plazo nos obligará a hacer «otro esfuerzo», porque la faena de las despedidas no ha desaparecido, las tareas que realizaban las han sobrecargado al resto de la plantilla.

   Cuando avisamos una y otra vez de la situación insostenible en la que estamos solo obtenemos respuestas retóricas sobre la cantidad (sí, solo miran cantidad, NUNCA calidad), o nos dicen que son casos puntuales, cuando la puntualidad en Hospital Delfos se ha vuelto la tónica hace mucho tiempo.

    A veces se valen del personal en prácticas que vienen de escuelas como mano de obra barata, lo que empeora todavía más la situación porque están para aprender y nos retrasan en su aprendizaje.

   La Dirección y su contumaz empecinamiento en no contratar personal están llevando al límite la situación, están caminando por el filo de la navaja y se acabarán cortando, porque esta dictadura del destajo está haciendo que cada vez se cometan más errores, hasta que alguno sea irreparable y nos veamos en un juicio.

   El exceso de mandos, la mala coordinación, actitudes y decisiones arbitrarias y derroche de recursos es funcionar únicamente con criterio de beneficio económico, lo que comportará la destrucción del tejido productivo.

   Ahora nos exigen saber inglés para los turistas «que pagan», y ejercer más de chacha de hotel que de profesionales sanitarias. Se inicia un nuevo «sistema de clases» entre los pacientes: el que paga se lo merece todo, el que no paga no se merece nada. Bienvenido Sr. Capitalista, pase y acomódese. ¿Y si no sabes inglés?… ahí dejamos la pregunta.

   La CGT no ha cejado en la defensa del empleo y que este se desarrolle de forma digna y segura y seguiremos haciéndolo. No deseamos la confrontación ni el camino de la conflictividad, pero si la Dirección nos avoca a ello iniciaremos cuantas acciones legales estén en nuestra mano, de las que la única responsable será la Dirección.

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