¿POR QUÉ LA HUELGA DE METRO?
La CGT es el sindicato mayoritario en el metro de Barcelona, que hace cinco lunes sufre paradas. Hablamos con el delegado sindical Toni Edo de las razones de la huelga y la situación actual en la empresa
– Quinto lunes de huelga. ¿Qué dirías a la gente que critica esta forma de lucha?
La solución es sencilla: tenemos una representante política que es concejala de movilidad y bajo su responsabilidad tiene la empresa TMB, en este caso Metro. Las reivindicaciones son justas: menos precariedad, fin de contratos parciales y acabar con las externalizaciones. Para el Gobierno de Barcelona, esto no debería ser un problema. Por lo tanto, la responsabilidad es de Mercedes Vidal y Barcelona en Común.
– ¿Cómo afecta la precariedad en las usuarias de metro?
Por ejemplo, si se te queda el billete enganchado a una máquina, no hay nadie en la estación. Pulsas el botón de información y te dicen que acudirá alguien en cinco minutos, pero acabo esperando 40. No hay personal en las estaciones o lo poco que hay lo envían sólo a determinados lugares. La empresa distribuye el personal disponible y eso hace que la atención al usuario sea lamentable. Además, no lo justifica, sino que deja entrever que quizás los trabajadores son vagos o están haciendo un café. Pero no es eso. Hay una política de empresa encaminada a disminuir el personal y dejar de lado la atención al pasaje. Lo mismo ocurre para un billete que se rompe o una persona que se maree o sufra un ataque al corazón.
– ¿Qué objetivos persiguen las externalizaciones que denunciéis?
En los últimos cuatro años, el departamento de vías, encargado del mantenimiento, han quedado vacantes ocho plazas, pero se contrata personal externo. Hace poco hubo un descarrilamiento de una máquina de una empresa externa para que no habían seguido los dictámenes de seguridad que siguen los trabajadores de la empresa. Con la externalización se busca no tener que seguir las normas de seguridad y abaratar costes, con los resultados que tiene sobre el pasaje.
– Mercedes Vidal dijo que la huelga no tenía razón de ser para que las negociaciones avanzaban. Avanzan?
Comparado con la situación antes de convocar la huelga, no avanzan como sería deseable, por eso mantenemos la huelga. No están proponiendo las soluciones que se necesitan. No aportaron ninguna propuesta de cambio respecto el departamento de vías, se les dijo y al siguiente encuentro propusieron contratar cinco personas, pero pedimos que se reviertan todas las externalizaciones.
– Cuando comenzó el proceso de externalización?
A partir de 2004, comenzó con pequeñas medidas diarias, aumentando la seguridad y reduciendo la atención al pasaje. Últimamente, a partir de la entrada de Marc Grau [director de Metro de Barcelona], se produce un aumento desproporcionado, sobre todo en vías y mantenimiento.
– Entonces, el sueldos de la plantilla no es una reivindicación principal?
En ningún momento del conflicto lo importante no han sido los salarios, sino la calidad y la estabilidad de los trabajadores, evitar la precariedad y las externalizaciones.
– ¿Cuál es la política laboral de la empresa?
Antes de comenzar el conflicto en octubre de 2015, había siete u ocho contratos a tiempo parcial. Había un acuerdo anterior en el que se comprometían a pasar la gente a tiempo total, pero empezaron a incumplirlo. A partir del acuerdo de julio del año pasado, se consigue que empiecen a contratar personas a tiempo total, pero, sorprendentemente, a partir de enero, la empresa deja de hacerlo otra vez.
– De hecho, en octubre había votado no protestar a través de la huelga y después, cambie de opinión.
Sí, sobre todo por los incumplimientos de los acuerdos del mes de julio. También la empresa deja de cumplir algunos pactos y convenios que ya se llevaban a cabo, de forma unilateral, sin consultar con los representantes de los trabajadores. Hay una voluntad por parte de Marc Grado de no mantener contacto con la representación de los trabajadores y infravalorarse la.
– Así pues, ¿qué condiciones deberían darse para poner fin a la huelga?
Revertir las externalizaciones, que la precariedad no se mantenga sino que vaya a la baja en el porcentaje total de los trabajadores del metro. Hay muchas personas a tiempo parcial que quieren estar a tiempo total. Se deben cumplir los convenios y acuerdos anteriores. No puedes estar con alguien que sabes que no cumplirá con los compromisos. Ahora mismo, hay un par de incumplimientos grandes: uno, el tiempo de conducción de los agentes, que nosotros hemos propuesto que sean cuatro horas y después cuatro de estación, pero la empresa dice que no puede cumplir porque no tiene personal. Entonces, lo que tiene que hacer es contratar personal. También creemos que la formación de nuevos agentes para la conducción de 24 horas es del todo insuficiente.
Como telón de fondo, hay 530 personas fuera de convenio …
Hay un problema grande. Los sindicato CGT hizo una denuncia para que entren en convenio y podamos acceder a sus salarios, pero la empresa se niega a aportar los salarios de una parte importante de estas categorías. La juez dice que deben pasar a convenio, pero hasta ahora, la empresa se ha negado a cumplir la sentencia estrictamente. La misma Ada Colau dijo que había una mafia en TMB y lo que han hecho desde que llegaron, es poner a cargos de dirección Enrique Cañas y Pau Noy, con un salario inferior, pero también puestos a dedo. Creo que se equivocan no aplicando la transparencia. Creo que hay un tema de ineptitud e incompetencia. Por un lado, hacen públicos los salarios de los trabajadores, aunque no sean del todo correctas, y por otro ocultan los del resto. Tienen un problema ideológico grave con el mundo del trabajo.