Desde la Sección Sindical de CGT en Hospital Delfos, y ante los hechos acontecidos el
jueves 17 de agosto en Barcelona y Cambrils, no podemos más que rechazar este tipo de atentados en el que, otra vez más, ha sido el pueblo, la población civil, la gente corriente de a pie, la que ha sufrido las consecuencias de guerras que no son suyas. Por ello nuestro más sincero apoyo y
condolencias a familiares y amigos de las víctimas.

   Condenamos popularmente a los medios de información que en vez de ser rigurosos, dar información fehaciente, veraz, contrastada, y
respetar a familiares y amigos de las víctimas, se han dedican a frivolizar,
fomentar el sensacionalismo y alimentar la xenofobia y la islamofobia.

   Como ya pasó en Londres, Estocolmo, Malawi, Paris, Manchester, Madrid, o ya sea Iraq, Afganistan, Síria o
Iemen, somos los pobres, como
lo hemos sido a lo largo de la historia, los que tenemos que poner los
muertos de una guerra imperialista a escala global al servicio de las
grandes multinacionales, que están alimentando la división, el odio
racial, el nacionalismo y el fascismo, que no repara
en medios ni tiene límites para conseguir sus objectivos, que no conoce el
significado de la palabra “amor”, para los que el poder está por
encima de las personas y de la vida y los cuales no nos representan.

   Por suerte, la ciudadanía mostró su lado más humanitario, solidario y hermano y fueron muchas las muestras de solidaridad, desde abrir las puertas de sus casas, hasta ofrecer los taxis gratuitos para las afectadas, ofrecerse como traductoras, atender a las víctimas aunque sea estando a su lado, o paralizando la huelga en el aeropuerto del Prat.

   Frente a aquellos que siembran el caos
con sus políticas imperialistas y los que fomentan y alimentan el
fascismo, el racismo y el supremacismo, debemos seguir practicando la
solidaridad y el apoyo mutuo entre las personas y los pueblos, y seguir denunciando
la barbarie a la que nos somete el capitalismo en el siglo XXI.