SUICIDIOS, LO QUE NO QUIEREN QUE SEPAMOS.

SUICIDIOS, LO QUE NO QUIEREN QUE SEPAMOS.

      Escribía el periodista Xavier Febrés: «Mi jefe de sección en la redacción del diario donde trabajaba nos tenía prohibido calificar por escrito ninguna muerte de suicidio, aunque lo fuese, dictado por una moral según la cual el suicidio era un asunto estrictamente privado. La palabra estaba proscrita.«

Hemos visto pocas noticias de suicidios tanto en prensa escrita como en prensa audiovisual, escondiendo así lo profunda de esta crisis que ya dura demasiado.
Durante el 2012 murieron un total de 3.539 personas (10 por día, de ellas 500 en Cataluña) en casos contabilizados como suicidios, frente a las 1.915 víctimas mortales de accidentes de tránsito. Sobre las víctimas de la carretera se habla y se actúa, los suicidios son una epidemia invisible, silenciada, tabú. Son “incidencias técnicas” en la megafonía de las estaciones del metro.

Según los psiquiatras responsables del Plan de Prevención del Suicidio del H. de Sant Pau, la fría estadística se mueve de modo estable dentro de la “normalidad” establecida: entre 5% y 6% por cada 100.000 habitantes. Significa un total de 804.000 personas al año, una cada cuarenta segundos.

Calculan que por cada suicidio se producen de 10 a 20 intentos, a menudo con secuelas devastadoras, y que 34% de las persones que han intentado suicidarse lo repiten al cabo de unos meses.
Esta es la violencia que provoca sobre la población este Gobierno con sus medidas neoliberales vendepatrias que empujan a la gente desesperada a acabar con su sufrimiento. Desde CGT consideramos a este Gobierno responsable civil subsidiario de dichos asesinatos inducidos.
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